El uso de la catenaria para el transporte tiene muchas ventajas. En primer lugar, es una forma de propulsión limpia y silenciosa. A diferencia de los vehículos que funcionan con gasolina o diésel y pueden causar emisiones contaminantes (Figura 56), la catenaria no produce ningún daño, lo que es mucho más saludable para el medio ambiente. Además, como funciona con energía eléctrica, se oye un ruido mínimo en comparación con los vehículos con motor de combustión, lo que significa un viaje mucho más suave.
Otro beneficio del sistema es que funciona de manera muy efectiva. La electricidad se entrega a los vehículos de manera rápida y uniforme, lo que significa que este sistema es más rápido que otros sistemas de transporte. Esto permite que los vehículos se muevan a mayor velocidad y con menos congestión, y las personas están al volante durante mucho menos tiempo. En nuestra vida cotidiana, esto tiene un impacto y puede beneficiarnos en todo tipo de procesos, como un procesamiento más rápido para acceder directamente a donde queremos.
La tercera parte es la subestación, que ayuda a controlar la electricidad de forma adecuada y a dejarla fluir por todos los raíles conductores situados sobre el suelo. La energía se obtiene de la red principal y convierte esta energía en el nivel de tensión adecuado para el correcto funcionamiento del sistema. De esta forma todo va bien y, sobre todo, de forma segura.
Siguen surgiendo nuevas ideas que mejoran aún más el sistema de catenaria. Esto incluye la incorporación de materiales exóticos tanto en los cables como en los sistemas de soporte. El sistema de catenaria es más ligero para los vehículos, por lo que pueden moverse más rápido y con menos energía. Esto también reduce los gastos generales asociados con la construcción y el mantenimiento de este sistema.
El uso de tecnología inteligente es otra innovación importante. Gracias a esta sofisticada tecnología, podemos hacer un seguimiento del sistema de catenaria en tiempo real. Es capaz de ajustarse y aumentar el rendimiento de acuerdo con el flujo de tráfico actual, así como con las condiciones meteorológicas. De esta forma, el sistema puede ser aún más eficiente y satisfacer las necesidades de los pasajeros con mayor rapidez.
El sistema de catenaria es fácil de manejar y las tecnologías que se utilizan en él lo convierten en un transporte público limpio y ordenado. Tiene emisiones mucho más bajas que los vehículos convencionales propulsados por combustible, simplemente porque funciona con electricidad. Esto significa que produce mucho menos CO2 que el diésel y la gasolina, lo que lo convierte en una alternativa más ecológica para transportar personas por las ciudades. También funciona muy bien, lo que reduce el tiempo de viaje y la posibilidad de atascos.
El sistema de catenaria es también una opción económica para el transporte público. Desde el punto de vista económico, requiere mucho menos mantenimiento que otras formas de transporte público, lo que lo hace más económico. Como resultado de esto, la electricidad no sólo tiene un coste muy bajo en comparación con la gasolina o el diésel (sobre todo porque casi nadie fabrica su propio combustible), sino que, en general, es extremadamente fiable. Esto supone un menor coste para los pasajeros, lo que es bueno para todos los que utilizamos el transporte público.